SENTIR O IMAGINAR
- Roy Martínez
- 30 dic 2022
- 2 Min. de lectura
No confundas sentir con imaginar.
En los primeros intentos de meditación nuestra mente solo hace lo que sabe hacer bien: recrear sensaciones; la mente en muchas ocasiones solo imagina la sensación del lugar en el cual necesita enfocar su atención, con la práctica nos percatamos de esta sutil conducta, donde solo reproducimos o imaginamos sin percibir la realidad que subyace detrás de aquello que se expresa como sensación. Entonces dejamos de tener como consejero a nuestra propia parlante mente, sugiriendo que hacer y hacia dónde ir. Ese consejero que te guía hacia el abismo de la distracción, donde solo existe imágenes del pasado o del futuro pero nunca una sensación proveniente del presente.
¿Cómo poder discernir entonces esta diferencia que en los comienzos no tenemos la agudeza de percatarnos? No existe otro camino que dos acciones; OBSERVAR y PERMITIR. Estos dos hábitos nos ayudan a desarrollar el tiempo suficiente como para empezar a ver con claridad y distinguir entre la leche y el aceite. Debemos entender que esta forma de actuar de nuestra mente es natural y nada incorrecto tiene en su funcionamiento, pues es exactamente su naturaleza, de la misma forma que es la naturaleza de algunos animales ser venenosos, otros violentos, apacibles o neutros, esta es la cualidad de nuestra mente.
Así como enseñas a una mascota a aprender a entender las órdenes que les sugerimos, de esta manera trata de ver a tu mente como ese pequeño “perrito”, repetimos una y otra vez las ordenes hasta que se percate de que debe hacer, no nos ofuscamos o perdemos la paciencia, pues sabemos que es su forma de ser, con constancia y amor repetimos la orden y condicionamos la reacción de este nuestra más querida mascota (la mente).
Si la atención se dispersa comienza nuevamente, nada has perdido, si el tiempo no existe, solo retoma la corriente eterna de la atención, aquí y ahora. Nada se pierde pues nada se obtiene.
A cada paso solo empezamos a sentir la naturaleza de nuestro Ser, una y otra vez, profundizando en la sensación, dejando atrás la necesidad de imaginar cómo puede ser. Simple hacerlo simple, desnudándonos de toda sugerencia, permito que la sensación aparezca por si sola.
LA IMAGINACIÓN CONSTRUYE DESDE LO QUE SABE, pero la sensación en el aquí y ahora te conduce al estado de PRESENCIA.

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